del crimen? No debió hacerse esta última pregunta. Enfrió sus ánimos y volvió a encontrarse sólo en la calle, cerca de su casa, sin saber qué hacer. De nuevo volvía al único punto ante cuya evidencia se estrellaba todo intento de volver la situación en su favor. Echó a andar, desolado, sin rumbo, pensando que desvariaba a menudo, que aquel asunto acabaría por hacerle perder la cabeza de una vez por todas. Acaso --pensó--