retirar las clavijas y puntas que aseguran el cierre de las esquinas reforzadas de la caja. Cuando al fin abren ésta y levantan la tapa, sus rostros reflejarán al punto una mezcla de incredulidad y desconcierto. El maestro de ceremonias se precipita a mirar y cae fulminantemente desvanecido. El interfecto ¡Dios mío! ¡Qué horror! ¡No puede ser! ¡Quién lo hubiera dicho!
PAI:115.23
PRECIPITARI - Lanzar desde un lugar alto, acudir corriendo a un sitio