cambio en la política económica de nuestro país, propiciando el desarrollo del turismo y una tímida apertura en cuestiones culturales y religiosas. A medida que transcurría la década de los cincuenta e iba desapareciendo la penuria de la inmediata postguerra, se notaba también un cambio en la mentalidad de los nuevos adolescentes, aquellos para quienes la mención a la guerra civil empezaba ya a ser una aburrida monserga. Y como consecuencia fueron otros también --o al menos pretendieron serlo-- sus usos amorosos