tese les iba a deparar su encuentro en el papel con un hombre «distinto», o que las hiciera creer que ellas podían ser distintas. Cuanto más desgraciadas se sintieran en la realidad, más necesitaban de aquella identificación con las heroínas inventadas por M.a Mercedes Ortoll, M.ª Luisa Valdefrancos o Concha Linares Becerra, a las que cuando menos lo esperaban les llovía del cielo una ilusión que las hacía sentirse transfiguradas, distintas. El mago de esta alquimia por