concebir dudas acerca de la verdad de la hipótesis de que las lenguas sean puramente convencionales. La posibilidad restante es considerar las reglas gramaticales como proposiciones que representan regularidades lingüísticas: si no leyes, al menos tendencias. En este caso debemos enfrentar el problema de las excepciones a las reglas gramaticales: debemos saber cómo reconocer expresiones gramaticalmente incorrectas y qué hacer con ellas. (Como se verá en un momento, éstos no son sino dos aspectos de un mismo problema.) El empirista