puramente convencionales. La posibilidad restante es considerar las reglas gramaticales como proposiciones que representan regularidades lingüísticas: si no leyes, al menos tendencias. En este caso debemos enfrentar el problema de las excepciones a las reglas gramaticales: debemos saber cómo reconocer expresiones gramaticalmente incorrectas y qué hacer con ellas. (Como se verá en un momento, éstos no son sino dos aspectos de un mismo problema.) El empirista consecuente se resistirá a admitir la existencia misma de expresiones gramaticalmente incorrectas: sólo
LIN:046.16
RECONOCERII.1 - Darse cuenta [alguien] de que [alguien o algo] es una determinada entidad, ya percibida por los sentidos (esp. la vista)