sonar de nuevo, cuando las manos de los jóvenes se agarraron y con ellas las de Betina. Volvió a girar veloz y armónico su vestido blanco en torno a la fuentecilla que, imperturbable a las pasiones de los humanos, seguía derramando su agua en el centro. Pero, de pronto, Jano se olvidó de Betina; se olvidó de sus propias pasiones y de su historia, de su pasado y de su presente. El vino que había bebido en exceso seguía produciendo
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DERRAMAR - Dejar o hacer salir un líquido de su contenedor (normalmente, aplicado a la sangre y a las lágrimas)