con aquella idea, pero yo imaginaba que no deseabas regresar conmigo, que luchabas cada día por retrasar tu vuelta a casa, por no transmitirme algo que tú ya probabas y que --dentro de ti-- te iba envolviendo y dominando. »La primera de las noches que volviste tarde fue oscurísima. Oscurísima y muy silenciosa. La única presencia en la noche parecía ser la del intenso perfume de los rosales. Recuerdo, Francesca, que cuando cesó de llover encendí todas
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DOMINARI - Tener el control o el dominio sobre una entidad