puerta a la espera de una sombra que llene el vacío del umbral. La música francesa que suena en su guarida es la misma que oíamos en la casa de la playa. Pero los discos tienen que ser distintos. No pueden durar tanto los de entonces. Se rayan, se desgastan, se oscurece el sonido. Los discos nuevos y la misma música. Por cierto, no he logrado encontrar en parte alguna el que te regaló el americano perdido. Si lo encuentro