. En 1904 Henry Adams preveía que pronto se enfrentarían dos fuerzas opuestas: la inercia rusa y la intensidad norteamericana. No se equivocó aunque ¿podría hoy, al referirse a Rusia, hablar de inercia? Los adjetivos que le convienen a su política son, más bien, tenacidad y paciencia. El mismo Adams, en otro pasaje de su autobiografía, acierta al decir: «Rusia must fatally roll --must, by her irresistible inertia, crush whatever stood in her