mejor y más sana que la de sus clases dirigentes: la burguesía, los políticos profesionales y los intelectuales. Dos meses después, el 1 de septiembre, esas mismas clases volvieron a manifestar su escasa vocación democrática. El país se enfrentaba (y se enfrenta) a una desastrosa situación económica. Las causas son bien conocidas: el deterioro de la economía mundial (inflación, desempleo, baja de los precios del petróleo y las materias primas, altas tasas de interés bancario,