Son un imperio, están rodeados de naciones que son sus aliados y de otras que quieren destruirlos, pero ellos quisieran estar solos: el mundo exterior es el mal, la historia es la perdición. Son lo contrario de Rusia, otro país religioso pero que identifica a la religión con la Iglesia y que encuentra legítima la confusión entre ideología y partido. El Estado comunista --como se vio muy claramente durante la guerra pasada- es el continuador y no sólo el sucesor