Renato culpa a la niebla, pero Andrea ya no le escucha. Se aleja pasillo adelante, segura de que la siguen. Enciende una luz y da entrada al viejo en su cuarto, indicando a Renato el armario de pared donde se guardan las sábanas para el diváncama. -No tuve tiempo de prepararlo --concluye-; el niño tardó mucho en dormirse... Disculpeme, papá, mañana doy mi clase a primera hora... Buenas noches. El viejo contesta