Texto contextualizado: |
a la ventana. Le amenazaba entre risas con arrojarlos a la calle, y probablemente lo habría hecho si de improviso Miguel no hubiera saltado de la cama ni le hubiera propinado un certero aunque débil puñetazo en el vientre. Germán retrocedió varios pasos, más por efecto de la sorpresa que de la potencia del golpe, y lo que hizo cuando vio cómo Miguel se desplomaba tosiendo desesperadamente fue correr hacia el pasillo y, conservando aún el pantalón de Agus en la mano, |
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