el acuerdo momentáneo. Cada madrigal de Gesualdo que, agregaban al repertorio era un nuevo enfrentamiento, la recurrencia acaso de la noche en que el príncipe había desenvainado la daga mirando a los amantes desnudos y dormidos. Lily y Roberto escuchando a Sandro y a Lucho que juegan a la inteligencia después de dos scotchs.