Además, la clausura municipal está siempre sobre nuestras cabezas. --¿Cabezas? --preguntó Arturo--. ¿Las suyas o las de todos? --Las de todos los que recibimos la visita de señores que viven de las amenazas de clausura. Los señores inspectores municipales. --Una vergüenza --dijo Salcedo, gravemente. --Hay que comer --dijo el viejo. Después de Cara Sucia, los de al lado tocaron Mi noche triste. Arturo pensó que por culpa de
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RECIBIRII - Salir al encuentro o atender a alguien que llega de fuera.