lo cierto fue que su madre tuvo aquellos días demasiadas cosas que hacer: intentó en vano hacer venir al abuelo, se ocupó de la enferma hasta el agotamiento, visitó médicos y farmacias, buscó personal para el servicio doméstico... Apenas descansaba. No tenía un momento de respiro. La nueva sirvienta era una mujer voluminosa y severa. Lo primero que hizo al llegar a casa fue decirle a Miguel: «Se ha acabado eso de estar todo el rato de un lado
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DESCANSARI.1 - Permanecer sin hacer esfuerzos. Reposar