farfullar entonces con rencor en la voz: «¡Mucho tienes que cambiar, mal hombre, si quieres salvar tu alma! ¡Dios no es tan generoso como para apiadarse de un pecador como tú!». El niño se decidió a asomarse y la vio en el suelo, haciendo penosos esfuerzos por levantarse. Junto a ella estaban los fragmentos del vaso que había arrastrado en su caída. La cocina estaba iluminada con tubos de neón y la luz blanca resaltaba
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DECIDIRII - (Hacer) Tomar una determinación a alguien tras cierta duda o vacilación