.- (Sin poder evitar una fugaz mirada a ROSA.) ¿Y tú me dices eso? NÉSTOR.- (Risa intencionada.) No creas que no te entiendo. Has sido toda tu vida ese niño mutilado y condenado a ser distinto, ansioso de una ternura... que no te atrevías a pedir. (Le pone las manos en los hombros con agresividad contenida.) ¡Debiste atreverte! (A su espalda, le aprieta aún más los hombros