el proletariado había tomado el poder y preparaba las bases del socialismo. Lenin, Trotsky y los otros bolcheviques esperaban que la revolución obrera europea, sobre todo en Alemania, cumpliría al fin la profecía de Marx y Engels: el socialismo nacería en los países industriales de Occidente, los más avanzados y con una clase obrera dueña de una tradición de luchas democráticas. Sin embargo, en 1920, en un discurso en el que critica a Trotsky con acerba vehemencia, Lenin dijo: