sucedió la crítica histórica, política y económica. La tarea de demolición de un edificio de mentiras que ha durado más de medio siglo aún no termina. Como siempre ocurre, fueron los intelectuales --entre ellos muchos comunistas- los que iniciaron el examen crítico. Es claro que sin la acción de los intelectuales de izquierda la evolución de los partidos comunistas europeos hubiera sido imposible. Gracias a ellos no se pueden hoy repetir impunemente las mentiras de hace diez o quince años. (