clamorosa sirena, y segundos después irrumpieron, estruendosamente, los camilleros. Cargaron el muerto y se lo llevaron entre dos filas de enfermos, que miraban con excesiva curiosidad y temor. Abreu, cabizbajo, cerraba el breve cortejo. Se dominó en el momento de salir, para anunciar: --Un ratito y vuelvo. No ha pasado nada. Absolutamente nada. A la media hora, cuando regresó, quedaba una señorita, que seguramente no se fue por timidez o por falta
HIS:129.14
DOMINARI - Tener el control o el dominio sobre una entidad