que te vean salir a horas regulares, como si fueras a tu empleo u oficina. Si te cruzas con ellos en el mercado o la calle, salúdales y finge un interés real por sus problemas familiares. Si vives solo, inventate una esposa tranquila y hogareña, consagrada enteramente a sus labores domésticas y ocupaciones femeninas. Da muestras de humanidad, dulzura y benevolencia: manifiesta cariño y simpatía por los animales, asomate de vez en cuando a los jardines públicos y