un amigo de Annick. Un francés que tiene el yate anclado en el puerto... Y nos la ha regalado.» Reían y hacían sonar la caja de música, le daban cuerda sin cesar. Él estaba indignado. Irracionalmente, odió al francés desconocido y les odió a los dos... Pero ahora tenía que contestar a Genoveva... «Orígenes mediocres» era la última frase que seguía prendida en sus oídos. --No tan mediocres --dijo--. Su padre era hombre
JOV:153.14
ODIAR - Sentir una intensa antipatía y aversión [hacia alguien cuyo mal se desea]