de los dos, tendrás que armarte de coraje. --¿A cuál recomendarías? --A mí. Yo lo ayudé a Sepúlveda, en todas las operaciones. Yo le enseñé a Ribero. Operé muchas veces y nadie se murió. --Me dijiste que lo operaste a Sepúlveda. --Fue mi primera operación. Todavía no me había hecho la mano. --¿Sepúlveda murió? --Treinta años después. A lo mejor yo no te doy los cincuenta años