--¿No ves? --dijo Julián--. ¿No ves qué diferencia con las de aquí? Hasta en el modo de andar se nota la diferencia... David miró a las chicas y pensó que tenía razón Julián. Se notaba la diferencia. Las chicas españolas pasaban serias, envaradas, formales, «sobre todo formales --decía la madre--, vete con chicas formales». Guardaban las formas y rara vez miraban a un chico como lo hacían éstas,