con su mandato, le aportaba. Un estremecimiento le sacudió; bajo su efecto pareció contraerse pero en seguida su figura corporeizó la retorcida forma de un maleficio que, brotando del suelo, lo contorsionara de pies a cabeza antes de abandonarlo como se desvanece un relámpago. Luego, la oscuridad le advirtió: No es hija del miedo, sino del peligro, la mirada que te descubre como a un tallo de sombra en el bosque de la noche. Bien, estaba
MIR:098.27
ABANDONARI.1b - Dejar solo [a alguien (o algo)] sin amparo o atención