La mano joven se posa sobre la vieja. Inmóvil, evitando la caricia que sería rechazada por blandura. De repente, a Renato le alarma en el viejo cierta expresión doliente. -¿Le ocurre algo? -Aiu 'u scilu -sonríe el padre confesando su nostalgia-. Pero ¡ basta! ¡ Hay que estar alegre!... Prueba una copita; lo he mezclado yo. El hijo reconoce la bebida: mbiscu, anís con ron. Le encantaba al padre