Está en el Eclesiastés: todo trabajo es ilusorio. Un juego para entretenerse. En cambio, cuando uno desea vivamente pone sentimiento. Algo que esté cerca de lo que podríamos llamar real. ¿Le parezco un sentimental asqueroso? «No entiendo», se dijo Olinden, y no abrió la boca. Otro convenio En los días de cama pensó, recapacitó, soñó. El viernes de su llegada debió de estar perturbado por el susto, ya que ahora no recordaba