ambigua y magnética en la que se entrelazan inextricablemente placer y pena, fecundidad y muerte. PASADO Y FUTURO El México precolombino era un mosaico de naciones, tribus y lenguas. España, por su parte, a pesar de que había realizado su unidad política, era también un conglomerado de naciones y pueblos. La heterogeneidad de la sociedad mexicana era la otra cara del centralismo español. El centralismo político de la monarquía española tenía como complemento y aún como fundamento la ortodoxia religiosa.