lo huracanado, algo como una duración se instalaba, no un antes o un después pero un ahora más tangible, un comienzo de tiempo reducido a un presente espeso y manifiesto, cubo en el tiempo. De haber podido elegir hubiera preferido el estado cubo sin saber por qué, acaso porque en los continuos cambios era la única condición donde nada cambiaba como si allí se estuviera dentro de límites dados, en la certeza de una cubidad constante, de un presente que insinuaba una