el derecho de los trabajadores a formar sindicatos independientes y el derecho de huelga. Fue un gran triunfo. Los acontecimientos provocaron la caída de Gierek y el nombramiento de un nuevo dirigente, Estanislao Kania. Los sindicatos independientes se unieron y fundaron Solidaridad, que llegó a tener diez millones de miembros, la cuarta parte de la población de Polonia.