me has hecho esperar. Tenía ganas de conocerte, de pasar la tarde contigo. Ahora, tu visita me aburre. Eres lento y pesado. Lo mejor que puedes hacer es largarte por donde has venido. Agnès se cruza de brazos con una encantadora expresión de despecho y de cólera. El instante es sublime y quisieras prolongar indefinidamente tu éxtasis, flotar en un estado perpetuo de arrobo y felicidad. Sus botines están al alcance de tus labios y los cubres de