Texto contextualizado: |
detenerse, como siempre, al cabo de unos momentos se prolongó interminablemente, como si su mecanismo se hubiera descompuesto o quienes la accionaban quisieran poner malignamente a prueba los nervios del vecindario. Peor aún: su eco lancinante no se extendía por mera inercia sino que aumentaba gradualmente de volumen hasta convertirse en un aullido aterrador. Pensé entonces en la posibilidad de una alerta aérea, de algún ejercicio de defensa contra un hipotético y fantasmal adversario. Aunque la intensidad del sonido cubría |
PAI:140.13 |