al campo musical. Desde el día en que se había visto obligado a cruzar la frontera con los restos del ejército derrotado, había resuelto protestar a su manera contra aquella incalificable tropelía histórica: mientras Franco usurpara el poder no volvería a componer ni una sola nota. Su huelga artística, mantenida con voluntad inexorable, se había prolongado por espacio de treinta y cinco años. En este período, con tesón heroico, el músico había afinado maravillosamente su silencio. Las obras no escritas