los minúsculos rascacielos de la Défense, la ausencia total de arbolado le llena de alivio. Por mucho que escudriñe y amusgue la vista no percibe un solo átomo de verdura: su universo es exclusivamente civil. El área populosa en que habita alberga con todo algún jardincillo escuálido encajado entre dos inmuebles y, a cinco minutos de trayecto, el destartalado Square adjunto al bulevar Sébastopol. Allí, en los meses invernales, cuando los tilos presentan un aspecto desvalido y exhiben lastimeramente sus desnudos