eficaz contra el totalitarismo es la legitimidad democrática. En América Latina y la Democracia me he referido a los rasgos que caracterizan a la situación centroamericana: la fragmentación en pequeñas repúblicas que no son viables ni económica ni políticamente y que tampoco poseen clara identidad nacional (son fragmentos de un cuerpo despedazado); las oligarquías y el militarismo, aliados al imperialismo norteamericano y fomentados por éste; la ausencia de tradiciones democráticas y la debilidad de la clase media y del proletariado urbano;