que viviendo: a ti no te ametralla nadie.» Mientras tanto, Valerio ha hecho retroceder un poco la cinta y aprieta otra tecla, para comprobar si han grabado. La voz del viejo repite sus últimas palabras: --... acordandose siempre, siempre, del viejo de la montaña que, en cuanto cumplió la salvación, desapareció. --Ni más ni menos --triunfa el viejo con su joven voz. La nieve ha caído todo el día y ahora su blancura