dentro. ¿ Cómo puede tener fin la vida de robles y de águilas como su padre? Aquel hombre fue el cielo en sus alturas: huracanado, arbitrario, implacable a veces; pero también generoso, creador, benéfico... Se aferró a la vida con abrazo de oso; la bebió a bocanadas... ¡ Y se apaga esa hoguera! El viejo goza viendo a su hijo devorar las migas. Por supuesto, a unas migas resobadas no hay hombre de la tierra que