sorpresa. Nada de recién nacido, sino un niño ya capaz de estar sentado. Un niño que, intrigado a su vez por la aparición de ese hombre, rechaza con su manita la cucharada de papilla ofrecida por la madre y clava en el viejo sus redondos ojos oscuros. Suelta un gruñidito, manotea un momento y, al fin, se digna abrir la boquita a la comida. -¡Qué grande! -acaba por exclamar el viejo.
SON:032.04
CLAVAR.2a - Fijar con insistencia [los ojos o la mirada] [en algo o alguien]