lo que en esto lleve la razón Andrea y que no le siente bien el humo al niño...! ¿Tú qué dices, Rusca? El caso es que a ti te calma, pero el médico dice que a mí no me conviene. Y ahora, además del Cantanotte, necesito durar por Brunettino... Reconocelo, Rusca, el humo no es bueno para él, aunque sólo fumemos en mi cuarto.» Moja el papel, pega el cigarrillo y lo enciende