. Exactamente eso, porque ella hablaba con palabras así, era una señorita fina. Hortensia imagina lo que el hombre no cuenta porque ni siquiera lo percibió aunque lo viviese: el espléndido regalo de la vida a la pianista refinada, ofreciendole el descubrimiento del tigre en el amor, del lobo, del caballo... Hortensia suspira mirando esas manos huesudas, ya de abultadas venas, que fueron huracán y aún son apasionadas cuando acarician... - ¡ Cómo se cabreaba!... «
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OFRECERI.1 - Presentar o dar [algo que se puede tomar, percibir o usar]