ni siquiera advirtió mi presencia. Ella, en cambio, me miró clavando sus ojos en mí con desprecio, mientras rodeaba con su brazo el cuello de mi hermano igual que lo haría una serpiente. En un esfuerzo supremo, me mantuve muy quieta, sin retroceder ni acercarme a ellos. Hice frente a su mirada con la mía. Por primera vez, la descubrí como mi enemiga. Pero esta impresión sólo duró un instante, pues de pronto asomó a su rostro
SUR:102.08
MANTENERI.1 - Continuar [algo o alguien] en una determinada forma o situación