espía, la enemiga, la guardiana le despertó de nuevo con su voz de diamante, oro, plata, platino, su voz vibrante, brillante, refulgente, mordiente... --David te hubiera invitado, ¿no crees? --indagaba. Otra vez el buceo, la revuelta confusión de los hechos. David investigado a través de Julián, David sacado con fórceps de la matriz de su memoria, en la que había madurado, crecido... Quería hacerle confesar las cosas