volver a encerrarle... Pues, por si acaso, yo he rematado la faena. ¡Nunca me fié de los salvadores, como aquel Mussolini con sus cuentos! No, sólo se salva uno mismo. Por eso le he enseñado a Brunettino a abrir la puerta arrimando una silla a la pared, porque él no llega al pestillo. Se encarama en ella y entonces alcanza, ¡angelote mío! Lo consiguió a la primera, ¡es más listo!... Ahora
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ENSEÑARII - Hacer saber o transmitir [un conocimiento o una habilidad] [a alguien] para que los aprenda