de su traje y muy nervioso, muy alegre, en voz muy clara, dijo: --Los aliados han ganado la guerra... No le soltaba, y con la oreja incrustada en el chaleco de lana David pudo oír cómo le latía, fuerte, fuerte, el corazón. CAPITULO TERCERO I Nueva York, febrero 1959 Querido David: El sábado estuve en Long Island con unos amigos que me invitaron a su casa de la playa. Hacía frío y todo era gris,
JOV:026.18
LATIR.1 - Realizar el corazón o las arterias sus movimientos característicos de contracción y dilatación