aquí estoy yo, pasados los treinta, y tú hecho ya un hombre. Ahora te vas a Londres a estudiar y a lo mejor, cuando vuelvas, ya has tenido un hijo y me conviertes en abuela. El tiempo avanza tan deprisa... El parecía intranquilo, miraba a un lado y a otro con nerviosismo. Quiso levantarse para encender la luz, pero su madre le retuvo con un gesto. --Dejala así, es mejor. Quería decirte que