telo: esta Nochebuena es mi última y, si no, seguro la siguiente... No te apures, tengo tiempo para dejarte en el buen camino; ya vas marchando por él... Nos queda todo el verano y el otoño; duraré lo necesario para ti. En cuanto el cabrón hinque el pico nos iremos allá para explicártelo todo y que eches raíces en tierra de hombres.