encantado. -El segundo día ya sólo rezaba y al final del tercero no se le sintió más... La reina entonces se puso a llorar y el rey la abrazaba, echandose la culpa uno a otro: «Tú te empeñaste», «Mentira, fuiste tú...» La gente, con lástima del príncipe, empezó a quitar piedras de la entrada. Cuando llegaron al niño, quiero decir al muchacho, estaba tendido en el suelo, tan bonito como
SON:215.06
EMPEÑARI - Insistir con obstinación en una idea o afirmación