Texto contextualizado: |
lesse, señor Consejero Delegado. Sin que mediara respuesta verbal, se abrió una compuerta o espesa plancha de acero y vimos un gabinete decorado, por contraste con la disposición alegre y una miaja chillona de la sala de juntas que acabábamos de abandonar, con una sencillez que invitaba al recogimiento: un escritorio de caoba con incrustaciones de nácar en forma de balandros, una silla giratoria y dos butacones de piel. En un nicho tableteaba un télex y sobre una ménsula media docena |
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